Estudié artes visuales, me gradué en el 98, y siempre me dediqué al arte, comencé con la escultura, continué con pintura, dibujo, instalación, arte con tela, etc, participé en exposiciones individuales, colectivas, ferias de arte, bienales, pertenecí a galerías de prestigio, etc… También curaba y organizaba exposiciones ya sea mías, individuales o colectivas, siempre fui muy creativa, me venían ideas interesantes para convertirlas en exposiciones colectivas e invitaba a mas artistas a participar, pero con el tiempo las cosas ya no funcionaron por diversas circunstancias, me decepcioné y sentí que el arte ya no me estaba dando satisfacciones en mi vida, así que perdí la motivación, además sufrí una perdida muy grande y aunque lo intentaba ya no tenía la voluntad, conscientemente quería seguir haciendo arte pero mi cuerpo simplemente ya no se quería mover en esa dirección.

Un día pensé en hacer lo que sea, sin razonar si es arte o no, así que empecé a simplemente poner acuarela en el papel con un pincel, nada figurativo, nada bonito, nada pensado, así lo hice y aunque no fue algo que me “curara” y no fue algo inmediato, me ayudó mucho a empezar a poner en movimiento la parte creativa y la voluntad otra vez.

El arte es ya por si mismo, una actividad meditativa, y eso lo han dicho todos los artistas, y yo lo descubrí desde muy joven cuando empecé a producir arte, pero en mis circunstancias actuales me di cuenta que me ayudaba de muchas maneras, como estar en el presente, a meditar mientras observaba como los colores se mezclaban en el agua y la manera en que las acuarelas metalizadas brillaban y nadaban en el agua antes de secarse.

Así de esta manera decidí compartirlo y cree la “sesión de acuarela Zen”.

Por medio de esta página te podrás inscribir a las clases permanentes en mi espacio, y a clases especiales que daré de manera esporádica en otros espacios.